Y al fin... Corea
La próxima cita de la Fórmula 1 será en un circuito sin terminar. Tanto que los simuladores de ordenador estaban en el mercado antes de que el asfalto real de la pista coreana se terminara de enfriar. Pocos confiaban en que Corea pudiera ultimar las obras a tiempo, pero la FIA ha dado el visto bueno: la Fórmula 1 viaja a Corea del Sur. Nadie, absolutamente nadie, tiene ni idea de qué puede pasar en este nuevo escenario. El fin del campeonato nunca tuvo tanta incertidumbre. ¿Estará la nueva pista a la altura?
El asfalto, la gran duda
Efectivamente, no todo son buenas impresiones. Pedro de la Rosa ya advirtió la semana pasada de que el asfalto recién puesto será peligroso, sobre todo si llueve. Kubica piensa igual, y supedita el rendimiento de los monoplazas al nivel de adherencia de una pista que, piensa, cambiará constantemente, como otras pistas semi urbanas del estilo de Montreal. Schumacher, por su parte, encantado; es el único trazado que no es nuevo sólo para él: "
¡Por fin! Un trazado que es nuevo para todos", asegura el alemán pseudo-retirado hace unos años de la Fórmula 1, pero activo en realidad. Para el piloto de Mercedes no será un hándicap el hecho de que nadie conociera antes el trazado, pues los pilotos saben adaptarse a las nuevas situaciones con rapidez: “Estamos acostumbrados a las nuevas circunstancias”. Michael espera seguir la racha de Japón, donde terminó sexto, para demostrar que, efectivamente, quien tuvo… retuvo: "
Lo hicimos bien en Japón y espero repetir en Corea, para dar un buen espectáculo en la primera carrera aquí". Sobre las preocupaciones de una pista recién asfaltada y unas instalaciones sin completar del todo, Schumacher le quita hierro al asunto: "
Confío en que todo esté bien. Las nuevas carreras nos benefician a todos".
Un bonito escenario… ¿para una bonita carrera?
La recta final del campeonato empieza ya. El escenario de esta nueva carrera no sólo será inédito en sí mismo, sino también en su clase: será la primera vez que la Fórmula 1 corra en un circuito con una parte permanente (un circuito cerrado tradicional) y otra temporal urbana. Los bólidos se adentrarán entre los muros y edificios típicos de una pista urbana para, más tarde, gozar de amplias escapatorias al estilo tradicional. Y no sólo eso: rodarán entre yates en la última sección del trazado. Una mezcla única en el mundo. Eso sí: la realidad no será tan colorida y espectacular como las futuristas imágenes y las jugosas simulaciones por ordenador que los organizadores han colgado en Internet. Y es que, si bien las instalaciones básicas del trazado están preparadas, los complejos urbanísticos ultramodernos y los rascacielos siguen siendo, de momento, sólo cimientos. Quizá no sea casualidad que no exista ni una fotografía real de la pista en la página oficial de la carrera. Pero al fin y al cabo, por muchas luces brillantes, edificios que parezcan parecen naves espaciales, yates gigantes atracados a pie de pista y demás artificios que llenan los bolsillos de los propietarios de este deporte… la Fórmula 1 nos sigue atrayendo por el espectáculo sobre la pista, no fuera de ella.
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